diciembre 08, 2009

La interseción de santo Tomás

El estagirita estaba sentado en el césped (de un verde como ninguno que hay en la tierra) cuando lo vio bajar rebosante, cargado de acto. Pero hilemórfico. Se postró en tierra-todas sus aporías estaban resueltas. Abrahám, aquel judío necio tenía razón después de todo. Había venido por ellos. Él no esperaba que le tendiera la mano.