Sixto era una persona muy rigurosa en cuanto al pensamiento se refiere, además le gustaba el billar-mucho-. Leyó a Hume. Dejó el billar (y de viajar en avión;entre otras cosas).
Lo más irónico fue que Sixto, tras leer a Berkeley, murió aplastado por un alud de tierra. Al pobre no le dio tiempo de escapar y pensar a la vez si una percepción suya podría ser tan desleal y simplemente asesinarlo...
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Lo más irónico fue que Sixto, tras leer a Berkeley, murió aplastado por un alud de tierra. Al pobre no le dio tiempo de escapar y pensar a la vez si una percepción suya podría ser tan desleal y simplemente asesinarlo...
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